Discurso del Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu.
¿ASÍ, O MÁS CLARO?
Discurso del Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu.
¡Hace solo 70 años! Los judíos fueron llevados al matadero como ovejas. Hace 60 años no teníamos país. Ningún ejército. Siete países árabes declararon la guerra a nuestro pequeño estado judío, apenas unas horas después de su creación.
¡Nosotros éramos sólo 650 judíos, contra el resto del mundo árabe! Ningún FID (Ejército de defensa de Israel). Ninguna fuerza aérea de gran alcance, sólo personas valientes con ningún lugar para ir. Líbano, Siria, Irak, Jordania, Egipto, Libia, Arabia Saudita nos atacaron al mismo tiempo.
El país que las Naciones Unidas nos dieron era un 65% del desierto. El país estaba en medio de la nada. Hace 35 años luchamos contra los tres ejércitos más poderosos del Oriente Medio, y los vencimos… sí… en seis días.
Nosotros luchamos contra varias coaliciones de países árabes, que poseen los ejércitos modernos y mucho más armas, y siempre los derrotamos.
Hoy tenemos:









Nunca admitimos oficialmente, pero todos lo saben, que sólo hace 60 años, fuimos llevados avergonzados sin esperanza, para morir en el desierto.
Nosotros partimos de las ruinas humeantes de Europa, para ganar nuestras guerras aquí con menos que nada. Nosotros construimos nuestro pequeño “imperio” de la nada.
¿Quién es Hamas para asustarnos? ¿Usted me hace reír!
La Pascua fue celebrada; no olvidemos de lo que la pascua trata.











Piense en cualquier momento de la historia humana. Piense en eso. Para el pueblo judío, la situación nunca ha estado mejor. Entonces vamos a enfrentar al mundo.
Recuerde: Todas las naciones o culturas que una vez intentaron destruirnos, ya no existen hoy, mientras nosotros, todavía vivimos.




Y mírenos a nosotros:


Todavía estamos aquí.
Y hablamos el mismo idioma. Antes y ahora. Los árabes no lo saben, pero deben aprender que El Elohím de Israel, está con nosotros… y mientras conservemos nuestra identidad, sobreviremos.
Entonces, perdónennos por:



Sólo lloramos nuestras muertes, mientras otros se regocijan en derramar nuestra sangre. Es por eso que vamos a vencer hasta el final.
Salmo 121:1
“Levanto mis ojos a los montes y pregunto: ¿De dónde vendrá mi socorro? El socorro vendrá de Adonái, el Creador de los cielos y la tierra”
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